Los efectos sanitarios del cambio climático inducido por el hombre siguen aumentando en todo el planeta, algunos ejemplos: los extremos de calor, más frecuentes e intensos, perjudican la salud de las personas en los países ricos y pobres; en el 72% de los países aumentó la exposición humana a los incendios forestales; la idoneidad ambiental de la transmisión de enfermedades como el dengue, la malaria y el cólera está aumentando en todo el mundo; y en 2020, hasta el 19% de la superficie terrestre mundial se vio afectada por una sequía extrema en un mes determinado, poniendo a las personas en peligro de inseguridad alimentaria y de agua. A esto se suma la insuficiencia de las medidas de adaptación y que las personas más vulnerables son las más afectadas, por lo tanto el cambio climático ya está agravando las desigualdades.

Los autores reclaman una acción urgente y coordinada a nivel mundial para mitigar el cambio climático y construir un futuro más saludable y sostenible para todos

El informe 2021 de Lancet Countdown sobre Salud y Cambio Climático, que reúne el trabajo de un equipo de expertos de todo el mundo, destaca los crecientes riesgos para la salud y el clima, que agravan los peligros para la salud a los que ya se enfrentan muchas personas, especialmente en las comunidades expuestas a la inseguridad alimentaria y del agua, a las olas de calor y a la propagación de enfermedades infecciosas.

En un momento en que la humanidad se enfrenta a un punto de inflexión crucial, los indicadores de este informe aportan las pruebas sanitarias necesarias para fundamentar una respuesta global a los impactos del cambio climático y para identificar los considerables beneficios sanitarios, medioambientales y económicos que se obtendrían si se diera prioridad a la llamada recuperación verde de la COVID-19.

Se analizan 44 indicadores estructurados en 5 secciones: 1) impactos, exposiciones y vulnerabilidades del cambio climático; 2) adaptación, planificación y resiliencia para la salud; 3) acciones de mitigación y cobeneficios para la salud; 4) economía y finanzas; y 5) compromiso público y político.

Las conclusiones más importantes de cada uno de los bloques:

Sección 1: impactos, exposiciones y vulnerabilidades del cambio climático

El cambio climático amenaza la salud y el bienestar de los seres humanos a través de sus efectos, los cuales aumentan la exposición a fenómenos extremos, favorecen la transmisión de enfermedades infecciosas, alteran los movimientos de la población y socavan los medios de vida y la salud mental de las personas. Las tensiones resultantes en los sistemas sanitarios y sociales afectan de forma desproporcionada a los más desfavorecidos, y se amplifican las desigualdades.

La sección 1 del informe de 2021 hace un seguimiento de las repercusiones del cambio climático en la salud, con indicadores de los riesgos climáticos, la exposición humana y la vulnerabilidad, y de los resultados sanitarios de los mismos.

Indicador 1.1: salud y calor

Indicador 1.1.1: vulnerabilidad al calor extremo 

Aunque la vulnerabilidad al calor en los grupos de países de IDH (Índice de desarrollo humano) bajo y medio es entre un 27-38% menor que en el grupo de IDH muy alto, está aumentando en todos los grupos y, desde 1990, ha aumentado un 19% en el grupo de IDH bajo y un 20% en el grupo de IDH medio

Indicador 1.1.2: exposición de las poblaciones vulnerables a olas de calor

Los niños menores de 1 año se vieron afectados por 626 millones de días-persona más de exposición a la ola de calor y los adultos mayores de 65 años se vieron afectados por 3 mil millones de días-persona más de exposición a la ola de calor en 2020 que en la media de 1986-2005

Indicador 1.1.3: el calor y la actividad física

En las últimas cuatro décadas ha aumentado el número de horas en las que las temperaturas son demasiado elevadas para hacer ejercicio al aire libre de forma segura, y las personas del grupo de países con un IDH bajo tuvieron una pérdida media de entre 3 y 7 horas de ejercicio seguro al día en 2020

Indicador 1.1.4: cambio en la capacidad laboral

En 2020, se perdieron 295 mil millones de horas de trabajo potencial debido a la exposición al calor extremo, y el 79% de todas las pérdidas en países con un IDH bajo se produjeron en el sector agrícola

Indicador 1.1.5: calor y expresión de sentimientos

La exposición a eventos de olas de calor empeora la expresión de sentimientos, con un aumento del 155% de las expresiones negativas en Twitter durante las olas de calor en 2020 respecto a la media de 2015-2019

Indicador 1.1.6: mortalidad relacionada con el calor

Las muertes relacionadas con el calor en personas mayores de 65 años alcanzaron una cifra récord de unas 345 mil muertes en 2019; entre 2018 y 2019, todas las regiones de la OMS, excepto Europa, registraron un aumento de las muertes relacionadas con el calor en este grupo de edad vulnerable

Indicador 1.2: salud y fenómenos meteorológicos extremos

Indicador 1.2.1: incendios forestales

Casi el 60% de los países tuvieron un aumento en el número de días en que las personas estuvieron expuestas a un peligro de incendio muy alto o extremadamente alto en 2017-20 en comparación con 2001-04, y el 72% de los países tuvieron un aumento de la exposición humana a los incendios forestales en el mismo período

Indicador 1.2.2: sequía

En 2020, hasta el 19% de la superficie terrestre mundial se vio afectada por una sequía extrema. La superficie terrestre mundial afectada por condiciones de sequía extrema ha aumentado constantemente desde 1990.

Indicador 1.2.3: letalidad de los fenómenos meteorológicos extremos

En los últimos 30 años se han producido aumentos estadísticamente significativos en el número de fenómenos meteorológicos extremos; sin embargo, solo el grupo de IDH bajo tuvo un aumento estadísticamente significativo en el número de personas afectadas por estos fenómenos

Indicador 1.3: enfermedades infecciosas sensibles al clima

Indicador 1.3.1: idoneidad del clima para la transmisión de enfermedades infecciosas

En 2011-2021, la superficie de costa apta para la transmisión de la bacteria Vibrio ha aumentado un 35% en el Báltico, un 25% en el noreste del Atlántico y un 4% en el noroeste del Pacífico; el número de meses aptos para la transmisión de la malaria aumentó un 39% entre 1950-1959 y 2010-2019 en las zonas altas del grupo de IDH bajo

Indicador 1.3.2: vulnerabilidad a las enfermedades transmitidas por mosquitos

Aunque la vulnerabilidad a los arbovirus transmitidos por A albopictus y A aegypti ha disminuido en todos los países desde el año 2000, los habitantes de los países del grupo de IDH bajo siguen siendo los más vulnerables por término medio

Indicador 1.4: seguridad alimentaria y desnutrición

Indicador 1.4.1: seguridad alimentaria terrestre y desnutrición

El potencial de rendimiento de los cultivos sigue una tendencia a la baja, con una reducción del 6,0% del potencial de rendimiento del maíz, del 3,0% del trigo de invierno, del 5,4% de la soja y del 1,8% del arroz, en relación con el potencial de rendimiento medio de los cultivos de 1981-2010.

Indicador 1.4.2: seguridad alimentaria y desnutrición marina

En 2018-2020, casi el 70% de los países mostraron aumentos en la temperatura media de la superficie del mar en sus aguas territoriales en comparación con 2003-2005, lo que refleja una amenaza creciente para su productividad alimentaria marina y la seguridad alimentaria marina

Indicador 1.5: migración, desplazamiento y aumento del nivel del mar

Actualmente hay entre 569 y 6 millones de personas asentadas a menos de 5 m sobre el nivel del mar que podrían enfrentarse a los riesgos directos e indirectos de la subida del nivel del mar


Sección  2. Adaptación, planificación y resiliencia para la salud

La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto las marcadas diferencias en la capacidad de los sistemas de salud y la resistencia de las poblaciones a las emergencias sanitarias, destacando la urgente necesidad de que las autoridades sanitarias aumenten la coordinación y la preparación nacional e internacional. Esta coordinación debe incluir la vigilancia y el seguimiento de las amenazas sanitarias emergentes, el desarrollo y el despliegue de sistemas de alerta y respuesta tempranas, y el apoyo financiero a las naciones y comunidades de bajos recursos. Para ser eficaces, las respuestas de salud pública deben abordar las necesidades de los más vulnerables, reduciendo las desigualdades y, por tanto, beneficiando a toda la sociedad.

La creación de sistemas de salud resistentes al clima y ambientalmente sostenibles no solo ayudaría a reducir los impactos sanitarios del cambio climático explorados en la sección 1, sino que también contribuiría a minimizar el riesgo de futuras pandemias. En esta sección se presentan ocho indicadores de adaptación, planificación y resiliencia, que están estrechamente relacionados con los componentes del Marco Operativo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para construir sistemas de salud resilientes al clima. 

Indicador 2.1: planificación y evaluación de la adaptación

Indicador 2.1.1: planes nacionales de adaptación para la salud

En 2021, 47 (52%) de los 91 países declararon tener estrategias o planes nacionales de salud y cambio climático

Indicador 2.1.2: evaluaciones nacionales de los impactos del cambio climático, la vulnerabilidad y la adaptación para la salud

En 2021, 45 (49%) de los 91 países declararon haber realizado una evaluación de la vulnerabilidad y la adaptación al cambio climático y la salud

Indicador 2.1.3: evaluaciones de riesgo de cambio climático a nivel de ciudad

En 2020, 546 (81%) de las 670 ciudades declararon haber realizado o estar en proceso de realizar evaluaciones de riesgos del cambio climático; las enfermedades relacionadas con el calor fueron la preocupación sanitaria más común relacionada con el clima, identificada por 169 (55%) de 308 ciudades

Indicador 2.2: servicios de información climática para la salud

En 2020, los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales de 86 países proporcionan información climática al sector sanitario; solo cinco de los 86 indicaron que estos servicios climáticos orientan la política y los planes de inversión del sector sanitario

Indicador 2.3: ejecución y aplicación de la adaptación

Indicador 2.3.1: detección, preparación y respuesta a las emergencias sanitarias

En 2020, 124 (75%) de los 166 países informaron de la implementación media-alta de un marco nacional de emergencia sanitaria; un aumento del 14% desde 2019

Indicador 2.3.2: climatización: beneficios y perjuicios

El uso del aire acondicionado, una tecnología muy extendida para la refrigeración de interiores en algunas regiones del mundo, evitó unas 195.000 muertes relacionadas con el calor entre las personas de 65 años o más en 2019; sin embargo, el aire acondicionado también contribuyó a las emisiones de gases de efecto invernadero, a la contaminación del aire, a la demanda máxima de electricidad y a las islas de calor urbanas

Indicador 2.3.3: espacios verdes urbanos

A nivel mundial, en 2020, el 27% de los centros urbanos se clasificaron como moderadamente verdes o superiores (un aumento con respecto al 14% en 2010); el porcentaje de ciudades bajo esta clasificación varió desde el 17% de los centros urbanos en los grupos de países con IDH bajo hasta el 39% de los centros urbanos en el grupo de países con IDH muy alto

Indicador 2.4: financiación y transacciones financieras globales relacionadas con la adaptación sanitaria

A nivel mundial, la financiación de la adaptación que se dirige a los sistemas de salud representa una pequeña proporción de la financiación total de la adaptación al cambio climático (0,3%), y solo el 5,6% de todas las transacciones con potencial de adaptación fueron relevantes para la salud en 2019-2020


Sección 3. Acciones de mitigación y cobeneficios para la salud

Durante el COVID-19, las emisiones de los países con IDH muy alto, que representan el 48% del total mundial, fueron aproximadamente un 10% inferiores a los niveles de 2019. Sin embargo, sin una intervención específica, las emisiones repuntarán a medida que el mundo se recupere de la pandemia.

La necesidad de orientar la recuperación económica hacia una senda de menores emisiones ha sido bien publicitada, pero aún no se ha integrado bien en los planes de recuperación de los países. No obstante, la recuperación de la COVID-19 presenta el reto y la oportunidad simultánea de fomentar acciones que resalten el beneficio de la salud.

Indicador 3.1: sistema energético y salud

De 2014 a 2018, a pesar del fuerte crecimiento de las energías renovables en los países con un IDH muy alto, la intensidad de carbono del sistema energético mundial ha experimentado un descenso medio anual de apenas el 0,6%, lo que supone un ritmo incompatible con el cumplimiento de las ambiciones del Acuerdo de París

Indicador 3.2: energía doméstica limpia

En 2019, solo el 5% de los hogares rurales de los países del grupo de países con IDH bajo dependían principalmente de combustibles y tecnologías limpias para cocinar (frente a solo el 2% en 2000), lo que les pone en riesgo de morbilidad y mortalidad debido a la exposición a la contaminación atmosférica doméstica

Indicador 3.3: mortalidad prematura por contaminación atmosférica por sectores

En 2019, 3 millones de muertes fueron atribuibles a la contaminación ambiental por PM2,5 procedente de fuentes humanas, un tercio de las cuales estaban directamente relacionadas con la combustión de combustibles fósiles; los grupos de países con IDH medio y alto tuvieron las tasas de mortalidad más altas

Indicador 3.4: transporte sostenible y saludable

El uso de electricidad en el transporte aumentó un 15% de 2017 a 2018 y el parque mundial de vehículos eléctricos superó los 7,2 millones de coches en 2019; sin embargo, las emisiones del transporte por carretera también siguieron aumentando

Indicador 3.5: alimentación, agricultura y salud

Indicador 3.5.1: las emisiones derivadas de la producción y el consumo agrícolas

Principalmente causadas por las altas cantidades de consumo de carne roja, las emisiones per cápita derivadas del consumo de alimentos son considerablemente mayores en el grupo de países con IDH muy alto que en otros grupos de países con IDH y son un 41% más altas que en el grupo con IDH bajo en 2018

Indicador 3.5.2: dieta y beneficios colaterales para la salud

Entre 2017 y 2018, las muertes estimadas por exceso de consumo de carne roja aumentaron en un 1,8%  hasta 842.000

Indicador 3.6: mitigación en el sector sanitario

En 2018, las emisiones del sector sanitario aumentaron ligeramente hasta alcanzar el 4,9% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero; un aumento del 5,2% en las emisiones del sector de la salud desde 2017.


Sección 4. Economía y finanzas

Para evitar los peores impactos del cambio climático descritos en la sección 1, será necesario tanto un esfuerzo de adaptación sostenido (sección 2) como una rápida transformación de las economías mundiales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (sección 3). La sección 4 examina las implicaciones económicas y financieras de esta transición.

Indicador 4.1: el impacto económico del cambio climático y su mitigación

Indicador 4.1.1: pérdidas económicas debidas a fenómenos extremos relacionados con el clima

Cuando se normaliza el producto interior bruto, las pérdidas económicas derivadas de los fenómenos extremos relacionados con el clima en 2020 fueron tres veces mayores en el grupo de países de IDH medio que en el grupo de países de IDH muy alto. La pérdida de infraestructura física y las pérdidas económicas resultantes debido a eventos extremos relacionados con el clima pueden exacerbar los impactos en la salud descritos en la sección 1.

Indicador 4.1.2: costes de la mortalidad relacionada con el calor

El valor monetizado de la mortalidad mundial relacionada con el calor aumentó en un 6,7%, del 0,27% del producto mundial bruto en 2018 al 0,28% en 2019; Europa siguió siendo la región más afectada, con costes equivalentes a los ingresos medios combinados de 6,1 millones de sus ciudadanos.

Indicador 4.1.3: pérdida de ingresos por la reducción de la capacidad laboral relacionada con el calor

Trabajar en condiciones de calor extremo es un riesgo para la salud; estas condiciones podrían reducir la capacidad de trabajo remunerado, con un impacto en los ingresos de los trabajadores equivalente al 4-8% del PIB en el grupo de países de bajo IDH en 2020

Indicador 4.1.4: costes de los impactos sanitarios de la contaminación atmosférica

Equivalente a la renta media anual de 78,1 millones y 99,1 millones de personas, los mayores costes económicos de la mortalidad debida a la contaminación atmosférica recaen en los países de los grupos de países de IDH medio y alto; los costes en relación con el PIB disminuyeron entre 2015 y 2019 a nivel mundial, con la excepción de los costes en el sudeste asiático

Indicador 4.2: la economía de la transición a las economías de carbono cero

Indicador 4.2.1: inversiones en carbón y energías limpias

La inversión mundial en suministro de energía y eficiencia energética se redujo un 13% entre 2019 y 2020; la inversión en energías renovables y eficiencia energética aumentó un 3% y la inversión en nueva capacidad de carbón se redujo un 13%

Indicador 4.2.2: el empleo en las industrias con bajas y altas emisiones de carbono

El empleo directo de la extracción de combustibles fósiles se redujo en un 14%, pasando de 13,1 millones de empleados en 2019 a 12,7 millones en 2020

Indicador 4.2.3: fondos desprendidos de los combustibles fósiles

El valor global de los fondos destinados a la desinversión de combustibles fósiles entre 2008 y 2020 en las instituciones sanitarias fue de 42.000 millones 

Indicador 4.2.4: valor neto de las subvenciones a los combustibles fósiles y precios del carbono

En 2018, 65 (77%) de los 84 países examinados tuvieron un precio del carbono neto negativo; la pérdida neta de ingresos resultante fue, en muchos casos, equivalente a proporciones sustanciales del presupuesto nacional de salud

Indicador 4.2.5: atribución de las emisiones de CO2 y PM2-5 basada en la producción y en el consumo

En 2019, el 18% de las emisiones mundiales de CO2 y el 17% de las de PM2,5 se plasmaron en intercambios entre países de diferentes niveles de IDH


Sección 5. Compromiso público y político

Como se indica en las secciones anteriores, el cambio climático está perjudicando la salud de las personas y aumentando las desigualdades, y los costes humanos se ven amplificados por la COVID-19. Actuar a la velocidad y a la escala necesarias para cumplir con las ambiciones del Acuerdo de París requiere un compromiso público y político, sobre todo en los países industrializados. Esta sección hace un seguimiento del compromiso con la salud y el cambio climático por parte de los medios de comunicación, los individuos, los científicos, los gobiernos y el sector empresarial.

Indicador 5.1: cobertura mediática de la salud y el cambio climático

En 2020, la tendencia al alza en la cobertura de la salud y el cambio climático continuó, pero no igualó el aumento observado en 2019; en 2020, la mayor parte de la cobertura de la salud y el cambio climático se refirió a COVID-19

Indicador 5.2: El compromiso individual con la salud y el cambio climático

La búsqueda individual de información sobre la salud y el cambio climático disminuyó en general un 15% de 2019 a 2020; los picos de participación a mediados de 2020 se debieron casi exclusivamente al interés por el contenido relacionado con la pandemia

Indicador 5.3: cobertura de la salud y el cambio climático en las revistas científicas

La investigación original sobre salud y cambio climático se multiplicó por 11 entre 2007 y 2020, impulsada principalmente por los científicos de los países del grupo de IDH muy alto; el número de artículos sobre salud y cambio climático que abordaron el género siguió siendo bajo; en 2020, el 7% de los artículos sobre salud y cambio climático se refirieron a COVID-19

Indicador 5.4: el compromiso de los gobiernos con la salud y el cambio climático

En 2020, el 47% de los líderes gubernamentales se comprometieron con las dimensiones sanitarias del cambio climático en sus declaraciones en el Debate General de la ONU, lo que supone más del doble de la proporción de 2019; este aumento estuvo relacionado con el compromiso con la pandemia de COVID-19

Indicador 5.5: compromiso del sector empresarial con la salud y el cambio climático

En 2020, el compromiso con la salud y el cambio climático aumentó hasta su nivel más alto entre las empresas del Pacto Mundial de las Naciones Unidas; el 38% de las empresas se refirieron a las dimensiones sanitarias del cambio climático en sus informes de progreso de 2020

El informe 2021 de Lancet Countdown descubre un mundo abrumado por una crisis sanitaria global en curso, que ha hecho pocos progresos para proteger a su población de los impactos sanitarios simultáneamente agravados por el cambio climático. Los países de todo el mundo deberían seguir vías de recuperación económica bajas en carbono, aplicando políticas que reduzcan las desigualdades y mejoren la salud humana. En definitiva, los indicadores presentados ponen de manifiesto la urgencia y la oportunidad de esta transición, y que ninguna persona estará a salvo hasta que todo el mundo lo esté.

Fuente y más información: 

https://www.lancetcountdown.org/2021-report/