Publicado por Equipo #PorElClima el Lunes, 22 Agosto 2022
Equipo #PorElClima

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en junio de 2022 un nuevo informe político, "Mental health and Climate Change: Policy Brief", en el que insta a los países a incluir el apoyo a la salud mental en su respuesta a la crisis climática, y cita algunos ejemplos de unos pocos países pioneros que ya lo han hecho con eficacia.

El informe se presentó en la Conferencia de Estocolmo, que conmemoró el 50º aniversario de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano (CNUMAH) y reconoció la importancia de los determinantes ambientales para la salud física y mental.

Las conclusiones del documento coinciden con un reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicado en febrero de este año, el cual revela que el rápido aumento del cambio climático supone una amenaza creciente para la salud mental y el bienestar psicosocial; desde el malestar emocional hasta la ansiedad, la depresión, el duelo y el comportamiento suicida.

La crisis climática afecta a muchos determinantes ambientales, sociales y económicos que ya están provocando una enorme carga de salud mental en todo el mundo. Sin embargo, a pesar de este impacto, en muchos países existen grandes diferencias entre las necesidades de salud mental y la accesibilidad a los servicios de salud mental para atenderlas. Una encuesta de 2021 realizada por la OMS en 95 países descubrió que sólo 9 habían incluido hasta el momento la salud mental y el apoyo psicosocial en sus planes nacionales de salud y cambio climático.  

En respuesta a estos problemas, la OMS ofrece en este informe cinco recomendaciones clave sobre posibles enfoques para que los gobiernos aborden de manera urgente los impactos del cambio climático en la salud mental:

  1. Integrar las consideraciones climáticas en los programas de salud mental;
  2. Integrar el apoyo a la salud mental con la acción climática;
  3. Basarse en los compromisos mundiales;
  4. Desarrollar enfoques comunitarios para reducir las vulnerabilidades y hacer frente a los impactos psicosociales y de salud mental del cambio climático;
  5. Cerrar la gran brecha de financiación que existe para la salud mental y el apoyo psicosocial.

Existen algunos buenos ejemplos de cómo se puede hacer esto, como en Filipinas, donde se han reconstruido y mejorado los servicios de salud mental tras el impacto del tifón Haiyan en 2013, o en la India, donde un proyecto nacional ha ampliado la reducción del riesgo de catástrofes en el país, preparando al mismo tiempo a las ciudades para responder a los riesgos climáticos y abordar las necesidades de salud mental y psicosociales. 

De esta manera, los Estados miembros de la OMS han dejado claro que la salud mental es una prioridad para ellos y están colaborando estrechamente con los países para proteger la salud física y mental de los más expuestos a las amenazas climáticas.

Fuentes y más información:

World Health Organization (2022). Why mental health is a priority for action on climate change. News

[VER PUBLICACIÓN: World Health Organization (2022). Mental health and Climate Change: Policy Brief]